Que linda tarde hacia ese día, estábamos juntos, era soleado y parecía que el universo estaba a favor de nosotros, no podía pedir nada más, tu compañía era suficiente. Nos juramos amor eterno, claro como lo hacen todas las parejas cuando están cegadas de amor, no sabía lo que era el ''amor'', pero lo podía sentir más puro que nunca ese día. La tarde paso como pasan todos los momentos que uno no quiere que terminen nunca ''rápido'', estaba segura de que estarías conmigo para siempre y que nada nunca nos podría separar. No te iba a regalar promesas ni besos, tampoco tenía obsequios para darte, así que sin que te dieras cuenta te regale ''MI ÁNGEL'' era lo más preciado que tenía y estaba segura de que él te cuidaría en todo momento, te acompañaría en tus momentos de soledad, te limpiaría las lágrimas cuando lloraras, sería la luz en los momentos más obscuros. Yo no necesitaba de mi ángel, porque sabía que siempre estarías conmigo y entonces nada me iba a faltar.
La tarde llego a su noche, los días llegaron al final y los meses pasaron sin mirar atrás, te fuiste alejando poco a poco y te llevaste lo más preciado, no te quedaste con mi corazón porque ese lo guardo bajo llave, te quedaste con mi ángel, no sé si lo cuides o si notes su presencia, tal vez no te acuerdes de mi o de que alguna vez te lo regale, tal vez lo dejaste tirado en alguna esquina porque nunca lo necesitaste. Ahora yo estoy sola, necesitando algún consuelo, no me hace falta tu presencia porqué nadie muere por amor ni vive de recuerdos, las promesas se rompen y algún día te tenías que ir, y ya estoy pagando tu olvido. Me hace falta mi ángel, mi compañía, mi consuelo, me hace falta saber que no estoy sola y que en mi más profunda soledad existe la tranquilidad de una luz.
Tal vez algún día lo encuentre, y tal vez nunca se halla ido de mi lado y este acá, tal vez nunca debí dártelo, tal vez debí ayudarte a encontrar el tuyo.
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