miércoles, 8 de abril de 2020

Una mala pasada

Nunca imaginé llegar a esta situación, verme en mi casa encerrada por horas, días y tal ves meses, pero la mente y el tiempo te juegan una mala pasada, empiezas a dejar de ver el reloj y los días de la semana ya no tienen sentido, ves en la ventana y solo alcanzas a ver unas cuantas  nubes y con suerte un par de árboles, ya no se siente la brisa igual y empiezas a olvidar la sensación de la lluvia.
Es impresionante como se empiezan a extrañar las cosas más simples de la vida y es aún más aterrador encontrarte solo en tu habitación y que tu mente empiece a dar vueltas pensando en lo que haz hecho, lo que haz dejado de hacer, lo que haz amado, lo que te ha dolido. El tiempo se congela por un segundo estas ahí tu solo con tus pensamientos y solo tienes dos opciones o los abrazas o dejas que te golpeen, pero no es tan sencillo como parece, no hay nadie a tu lado y tal vez esta sea la oportunidad para que puedas entrar a tu cabeza y dejarte caer, no esconderse de lo que duele y más bien asumirlo y contemplarlo.